Los estados tradicionalmente han elaborado leyes penales en base a principios básicos como el de territorialidad(cuando el crimen se comete en su territorio), sin embargo, se ha erigido la necesidad y obligación de los miembros de la comunidad internacional de perseguir los actos considerados como crímenes internacionales. Estos crímenes internacionales son calificados como tal dada su gravedad y por atentan contra toda la comunidad internacional, ya que ostentan unas características tan destructivas y deleznables que dejan de ser una agresión o amenaza hacia un individuo concreto para convertirse es un ataque contra toda la humanidad.

El Derecho Penal Internacional experimentó un gran desarrollo desde la creación de los tribunales de Núremberg y Tokio, hasta la creación de los Tribunales ad hoc. Pero los mayores avances en materia de Derecho Internacional se produjeron con la aprobación del Estatuto de Roma y la constitución de la Corte Penal Internacional. No obstante, esta Corte tiene múltiples limitaciones, por lo que su función deber ser reforzada desde instituciones locales a través de diversos instrumentos internacionales.

Así pues, el derecho internacional incluyó un nuevo fundamento por el que se reconoce la competencia de un Estado para juzgar estos crímenes: la Jurisdicción Universal. El principio de Jurisdicción Universal es un mecanismo de justicia que faculta a los tribunales a intervenir¸ no por la existencia de un nexo directo con los hechos, sino por la propia naturaleza del crimen. De esta manera, cualquier juzgado o tribunal de un cualquier país tiene el derecho, cuando no la obligación, de investigar y en su caso juzgar a los responsables de crímenes internacionales cometidos por cualquier persona, dondequiera que sea.

La jurisdicción universal otorga una nueva esperanza a las víctimas de atrocidades y crímenes internacionales que han sufrido una falta de tutela judicial efectiva por parte de su estado al brindarles la oportunidad de acudir a otros Estados reclamando justicia mas allá de sus fronteras. Además, la aplicación de la Jurisdicción Universal representa la resiliencia de las instituciones judiciales frente a la obstrucción y la voluntad de anularla o eliminarla, ya que verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, además de ser derechos de las víctimas, forman parte de las obligaciones de cualquier Estado democrático.